Bruce Dickinson traspasó las barreras idiomáticas y etarias encantando a los estudiantes

Entre el público de 16 y 18 años, claramente había fanáticos… Se vieron varias poleras de Iron Maiden y algunos jóvenes haciendo el característico gesto de los cuernos con sus manos, en señal de saludo al legendario vocalista de la banda, que fue el invitado internacional el encuentro Evoluciona 2018.

Dickinson se veía feliz de compartir su historia de vida y aprendizaje con los 10 mil estudiantes que repletaron el salón en dos tandas para poder escucharlo: “Le gustó el foco de este evento, que no es una actividad académica, sino para motivar a los alumnos y explicarles que son ellos los que tienen que construir su mundo”, comentó José Ramón Valenzuela, gerente general de Preuniversitarios Pedro de Valdivia.

El ‘duce’ como es conocido Dickinson, comenzó su charla con una foto de él a una edad similar a la de su audiencia, mostrando un look bastante alejado del rockero de fama mundial, y al lado de una foto de su tío quien fue piloto en la II Guerra Mundial y quien le enseñaría a amar los aviones. Ahí les invitó a conocer la historia de cómo ese niño se transformó en lo que él es hoy y lo que ha sido a lo largo de más de 40 años.

“No hay nada ‘normal’ en la vida – especialmente ahora – puedes ser quien quieras ser. Como escribí en una canción: Los soñadores pueden morir pero los sueños vivirán” fue la consigna central de su charla. Invitar a los jóvenes a soñar, a atreverse, a no tener miedo al fracaso y a tomar el control de sus vidas.

En este sentido, recordó cuando salió por un tiempo de Iron Maiden, en busca de salir del ‘día de la marmota’ en que todo es monótono y el cerebro empieza a estancarse: “Todo iba perfecto. Por eso nadie entendía mi decisión. Yo me inspiré en una cita de Henry Miller que dice que cada crecimiento es un salto al vacío. Ahí entendí que hay que vivir la vida al máximo. Ustedes están hoy en el momento de dar ese salto al vacío. Salten a la oscuridad y busquen quienes son”.

Dickinson fue contándole a una audiencia silente y completamente concentrada en su relato, cómo llegó a estudiar para ser piloto comercial en horario vespertino, cómo se convirtió en un emprendedor que hoy tiene una línea de cerveza, una compañía de reparaciones de aviones e incluso una línea aérea en un pequeño país africano. También les contó de su época como esgrimista y de cómo ha aprovechado su condición de piloto e integrante de Iron Maiden para hacer una gira mundial que los llevó a todos los rincones del planeta y les permitió hacer un documental y ganar dinero y mayor cariño de sus fans.

Pero quizás la lección más importante para la etapa que están comenzando fue que el mayor regalo de estar en la universidad es aprender a pensar, aprender a organizar los conocimientos y a explicar el por qué de las distintas situaciones. La universidad te enseña a aprender. Y aprender, ha sido para Dickinson, el aprendizaje más importante y permanente de su vida.

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