Conductas que limitan el aprendizaje

Existen una serie de conductas que los estudiantes tienden a repetir que no contribuyen a lograr aprendizajes significativos, a largo plazo y una adecuada eficacia al momento de estudiar ¿Cuáles son y cómo se pueden mejorar?

Conducta ¿Qué hacer?
Dificultad para concentrarse: son los alumnos que cambian rápidamente de foco de atención.
  • Enfocarse en aquello que se propuso; hacer un esfuerzo constante de fijar la atención en lo propuesto.
  • Planificar las actividades en períodos cortos de tiempo.
  • Sentarse adelante, tomar apuntes, evitar conversar en clases.
  • Focalizarse en una acción cada vez (si estamos fuera de clases).
  • Elegir lugares que favorezcan el estudio.
  • Apagar celulares u otros elementos distractores.
  • Comentar con alguien lo que aprendió.
Resistencia a pensar: son alumnos que evitan reflexionar. No meditan en cómo o por qué son o se hacen las cosas. Solo quieren hacer, sienten que pierden tiempo en pensar. Rechazan investigar y profundizar.
  • Tomar conciencia de su limitación y esforzarse en interrogarse más.
  • Autoexigirse a: interpretar, recopilar datos, clasificar, comparar, etc.
  • Preguntarse el porqué, el para qué de las cosas o sucesos, considerando que no siempre se tendrán respuestas inmediatas. Lo importante es interrogarse, generar la inquietud.
  • Planificar lo que se va a hacer.
Falta de confianza en el propio pensamiento: son los estudiantes que no se atreven a expresar su opinión, a contestar preguntas, tienen temor a revelar su pensamiento, a exponerse al ridículo, a las burlas, a la crítica. A veces, es por timidez.
  • Tomar conciencia de su conducta y esforzarse en mejorarla día a día.
  • Tener certeza que nadie tiene la verdad absoluta o definitiva.
  • Darse oportunidades de exponer sus opiniones en pequeños grupos.
  • Pedir apoyo: conversar con profesor de la debilidad y pedir que lo haga participar.
Externalizar las responsabilidades: son los alumnos que ven en los demás o en las circunstancias las razones de sus dificultades. No son capaces de asumir la responsabilidad de sus escasos logros.
  • Tomar conciencia de su debilidad y esforzarse en ver cuánto de responsabilidad de sí mismo hay en los resultados obtenidos.
  • Conversar con alguien que lo ayude a ver en forma más objetiva la situación.
  • Después de cada evaluación, revisar, preguntarse por qué me equivoqué y corregir, antes de culpar a los demás o las circunstancias.
  • Esforzarse en nivelar lo que requiere.
Resistencia al cambio: el alumno se resiste a las ideas nuevas, nuevas formas de hacer las cosas, a las nuevas situaciones. Cada vez, realiza las acciones del mismo modo, incluso dándose cuenta que los aprendizajes son insuficientes logrados por su “viejo y único camino”.
  • Tomar conciencia y esforzarse en querer hacer las cosas de un modo distinto al habitual.
  • Usar técnicas de estudio diferentes a las empleadas.
  • Realizar comparaciones.
  • Considerar distintas formas de realizar cierta acción y ensayar una.
  • Estudiar en grupo.
Impulsividad: el alumno manifiesta acciones rápidas y hechas al azar. No reflexiona; hace lo primero que se le ocurre. No se “toma su tiempo” para considerar un problema, saca conclusiones apresuradas; se lanza a la acción sin examinar las posibles alternativas.
  • Tomar conciencia de la necesidad de observar, reflexionar antes de proceder. Darse un tiempo, “contar hasta diez antes de proceder”.
  • Obligarse a ir paso a paso.
  • Escribir: usar subrayados, colocar notas al margen, hacer síntesis.
  • Usar estrategias de relajación (ejercicios de respiración).
Dependencia excesiva del profesor o de otra persona: son los estudiantes que continuamente necesitan o piden ayuda para proseguir su trabajo. Les cuesta empezar una tarea, no están seguros de lo que deben hacer y temen hacerlo mal. Si se les ayuda, pronto solicitan indicaciones para el paso siguiente. Aparecen pasivos, sin iniciativa.
  • Tomar conciencia y esforzarse en querer ser más independiente.
  • Pedir apoyo: pedir al profesor o algún compañero que le avise cuando esté manifestando la conducta.
  • Frente a una actividad escolar, plantearse iniciativas para realizarlo Ej.: dónde buscar los materiales, qué fuentes de información escoger, qué orden se le dará al trabajo, qué se hará primero, etc.
  • Hacer listado de lo qué es capaz de hacer solo.
  • Atreverse a participar en clase, a equivocarse.
Creer tener siempre la razón: es el alumno que cree tener todas las respuestas, que cree tener la razón. Es reacio a considerar otras perspectivas que no sean las suyas. Hay una característica de rigidez e inflexibilidad en sus convicciones. Aparece autoritario, brusco y temerario en sus juicios, exagerado e irrazonable en la discusión.
  • Tomar conciencia de sus actitudes autoritarias o bruscas.
  • Reflexionar, analizar sus convicciones, cuestionarse lo que piensa.
  • Al plantear sus juicios, esforzarse en fundamentarlos.
  • Escuchar con más atención las propuestas de los demás.

Fuente: “Guía para el desarrollo del pensamiento crítico” Minedu.
Adaptación Rosa Acuña H., Orientadora Sede Viña del Mar Preuniversitario Pedro de Valdivia.