Amanda Céspedes: “Los nativos digitales son muy visuales y eficientes, pero menos profundos”

La famosa neuropsiquiatra, Amanda Céspedes, será la gran invitada al Seminario de Orientación 2018 del Preuniversitario Pedro de Valdivia. Esta iniciativa que ya cumple 10 años, se ha transformado en un referente en la educación chilena. En esta entrevista, la profesional se refiere a las ventajas y desventajas de los nativos digitales.

Amanda CespedesA nivel de neurociencia, ¿qué potencialidades han logrado desarrollar los jóvenes nativos digitales?

Han desarrollado una gran versatilidad en el uso dinámico de las Redes Sociales. Utilizan de mejor manera toda su mente al servicio del conocer (mente cognitiva). Son altamente visuales y su mente muestra una gran eficiencia, pero sacrifican la profundidad.

¿Qué ventajas y desventajas tendrán estos futuros profesionales que nacieron en la era digital versus los más antiguos?

Por desgracia, las TICs (tecnologías digitales en el aula) no van al mismo paso que el uso informal de las tecnologías. Sin duda alguna que las TICs van a dar origen a un profesional con grandes capacidades, especialmente creatividad, capacidad para trabajar colaborativamente y audacia para innovar. Pero el excesivo tiempo que dedican a los dispositivos les hará perder habilidades esenciales, como la capacidad de lectura creativa, la capacidad de expresarse por escrito y ciertas habilidades sociales fundamentales, como la empatía y la capacidad de ajustar la conducta al contexto a través de una lectura de señales contextuales implícitas. En breve, se va a perder la capacidad de ser gentil y ubicado.

¿Qué consecuencias negativas percibe usted de la era digital, desde la perspectiva de la sociabilización?

Todo depende de la edad en la cual se inicia un niño en el uso de las tecnologías digitales; el tiempo de exposición a ellas; la precariedad del medio humano en el cual se desenvuelve; si la tecnología digital en sus manos está al servicio del aprender o al servicio de matar el tiempo. Y se va a ir perdiendo la sensibilidad para apreciar el mundo real, su belleza.